La Cancillería reiteró que la presencia británica en las islas es “una de las formas de colonialismo al que debe ponerse fin”, e invitó a negociar con el fin de “encontrar una solución pacífica al problema”.
La Cancillería reiteró que la presencia británica en las islas es “una de las formas de colonialismo al que debe ponerse fin”, e invitó a negociar con el fin de “encontrar una solución pacífica al problema”.