Así como los peces son cazados cuando muerden el anzuelo con su boca y mueren, también los humanos somos esclavos de nuestras palabras si hablamos más de la cuenta. No morimos literalmente, pero qué lástima no haber callado a tiempo…
Así como los peces son cazados cuando muerden el anzuelo con su boca y mueren, también los humanos somos esclavos de nuestras palabras si hablamos más de la cuenta. No morimos literalmente, pero qué lástima no haber callado a tiempo…