Hoy, en exclusiva, desde la vida cotidiana, nuestro corresponsal, Adrián Stoppelman, se lanza a desearnos cosas buenas para el año próximo. Pero no buenas: imposiblemente buenas. Léalo, antes de que se le pase la bondad.
Hoy, en exclusiva, desde la vida cotidiana, nuestro corresponsal, Adrián Stoppelman, se lanza a desearnos cosas buenas para el año próximo. Pero no buenas: imposiblemente buenas. Léalo, antes de que se le pase la bondad.