El refrán favorito de los prudentes. Lo toman como una invitación a vivir preocupados todo el tiempo “porque uno nunca sabe”, y no debiera ser así. Sin ser imprudentes con este dicho español- siempre será mejor prevenir un mal a tiempo que, después de venido, buscado el remedio- podríamos aclarar que aquí no se trata de vivir prevenidos, ni a la defensiva, menos paranoicos…