Dicho popular que justifica una mala acción cuando esta es cometida contra una persona deshonesta. Reconoce el acto condenable, solo que aminora su gravedad en virtud de que no ha causado daño a un inocente.
Dicho popular que justifica una mala acción cuando esta es cometida contra una persona deshonesta. Reconoce el acto condenable, solo que aminora su gravedad en virtud de que no ha causado daño a un inocente.